Paseo del Pendón (Crónica)
El domingo 18, en la capital guerrerense se conmemoró una vez más el paseo del Pendón, siendo parte de la feria de San Mateo, una de las cuatro regiones de Chilpancingo y quizá la más atractiva de todo el estado de Guerrero. Presente desde 1825, un festejo que ha venido en detrimento, pero que subsiste, o quizá ha evolucionado al mismo paso que la sociedad.
El paseo supongo que en su principio fue un evento más rico en cuanto a la cantidad de bailes típicos que se presentan, sin embargo, ahora es un sesgo de esa esencia; sólo es un espacio para embriagarse. Aún así se aprende mucho, teniendo la guía correcta. El paseo por definición es la concentración anual de las danzas típicas de las regiones de Guerrero, divididas por zonas, quienes las llevan a cabo (municipios), permitiendo a las personas ajenas al estado substraer un pedacito de Guerrero y llevarselo en los bolsillos.
Algunas escenografías fueron de mucho agrado, como los Tecuanes, o los Diablos, por mencionar los dos primeros que me vienen a la mente. Los rasgos principales de las danzas se mantienen, y sabiendo colocarse durante todo el paseo podría disfrutarse aún más.
El ambiente es un poco tenso, se hace sentir el peso de la violencia que azota el país, aunado con la situación de la Escuela Normal de Ayotzinapa y las tensiones que se habían tenido con el gobierno del estado.
Toro de Petate
Cartel alegórico
Diablos
Tecuanes
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