Oda a la locura

Hay que tomar camino y andar hacia el amanecer, ya sea en un globo aerostático o simplemente caminando. Los medios por los cuales alcanzar ese grito desesperado de libertad no importan porque siguen siendo un ominoso medio. El alma lo necesita, lo exige y pugna cada día por revelarse contra mi razón, tengo miedo que ese mismo ímpetu arranque mi alma de mi cuerpo y jamás vuelvan a conjuntarse. Tengo miedo a ser un desposeído y habitar como una caja vacía, quizá ésta fuera mejor.

Quiero que vayas conmigo, que deslicemos los dedos juntos en el vértice del mundo y que tomemos por asalto el crepúsculo, te invito a que seas parte de esa gran osadía, de esa afrenta contra Dios y contra la creación, que a las únicas leyes que estemos sujetos sea a la de vivir y morir, nuestra excepción la ley de gravedad.

Tengo ganas de fundar, que fundemos, un lugar extraterrenal donde la dialéctica sea estática y la lógica formal sea poco más que un chiste de fiesta invernal. Quiero alcanzarte, quiero reinventar contigo el sentido de lo absurdo y dotar de un significado universal la aventura, quiero deshacerme contigo y volverme hacer sobre esa masa fecunda de ideas y carne, tal cual los dioses fueron creados por sí mismos.

Me quiero en un avatar, tuyo y solo tuyo, tú.