Sobre la libertad.
Sobre la libertad es un ensayo realizado por Stuart Mill en los primeros años de 1800. Solo recordemos que en esos años el Imperio Británico conocía sus mejores momentos, tanto en lo político como en lo económico. Sin duda sus argumentos están impregnados de éste carácter imperialista, donde la ponderación de la verdad, es el primer cometido de toda la humanidad. No suscribo con esa posición, porque el trato que pueden esperar las civilizaciones atrasadas, no es más que dominación bajo los retorcidos fierros de esa verdad. No me meteré en los temas sobre qué puede ser una verdad y qué una mentira. No estoy capacitado para ello.
Su ensayo versa sobre los mecanismos que hacen a un hombre libre, sus interacciones y sus límites. Las inclinaciones universales del hombre por hallar la verdad y su superación. Para él la verdad es un ente que se compone, se distribuye, en los diferentes saberes y opiniones humanas, mismas que también contienen la falsedad.
No suscribo con la visión clasista que sostiene. Mi premisa es que no puede haber libertad mientras que los estamentos sociales se mantengan, porque simplemente el espectro de cada peldaño social es distinto, y por lo general contrario. ¿Dónde queda la libertad del obrero frente a la del socio capitalista?
Mill dice que el fin primero de la sociedad civilizada es la búsqueda del mejor individuo, sin que ésto afecte a los conglomerados. Me temo que eso es imposible y al mismo tiempo reduce al mínimo la condición humana. Estoy seguro que hay personas que no vienen a este mundo a ser mejores, a superar sus limitaciones, sino a disfrutar la temporalidad tal cual se les presenta.
El escarnio social como una medida reprobatoria a ciertos actos, no es, ni de lejos, una manera en la que pueda sostenerse una civilización en pro de la verdad. Tiene un anverso peligroso, es como hablar de ciencia positivista en un campo plagado de feligreses. Se expone la vida, incluso.
Al final entiendo que en su tiempo fue un escrito con un significado distinto al que hoy día tiene. En esa misma medida lo valoro y me hace entender que muchas de los rasgos de la sociedad actual tienen vigencia desde aquellos años, incluso cuando apenas se concebían ideas que hoy día han dejado paso a otras maneras.
Comentarios
Publicar un comentario