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Leopold Tyrmand, un intelectual polaco y abiertamente declarado procapitalista y enemigo acérrimo del socialismo. Tiene muchos errores en su discurso y fundamentación de hechos. No es lo mismo un socialismo Stalinista que un Socialismo Castrista, ni uno Zapatista, es decir, la implementación del socialismo, así como cualquier sistema económico y político, está determinado por los individuos. Empezaremos a hablar sin duda de subjetividad y lucha de intereses, pero eso sale del tema. Un error garrafal que comete es pensar en el capitalismo como modelo justo, basado en competitividad por igual y como fomento en la mejora de vida de los pobres y sojuzgados.  Su ejemplificación constante con occidente, específicamente con EUA (y no todo los países con la plaga del capitalismo), hace ver al capitalismo como una maravilla, como un paraíso donde todos van a comer, donde la distribución de la riqueza es otorgada sin arbitrariedades, un lugar mágico donde se vive con dignidad. Hoy en día...

20 de enero de 1994. Al semanario nacional Proceso. Al periódico nacional La Jornada. Al periódico nacional El Financiero. Al periódico local de SCLC, Chiapas, Tiempo. Señores: Tratamos de acercarnos un poco, buscando la posibilidad de un contacto personal con el señor Camacho Solís, pero hubo que replegarse por la presión de los federales. Así que volverán a tardar nuestros envíos. Aquí les mando otra serie de comunicados: uno dirigido a otras organizaciones indígenas de Chiapas, otro dirigido al pueblo de México, uno más sobre el juicio seguido al general de división Absalón Castellanos Domínguez que me acaba de llegar del Tribunal de Justicia Zapatista y el último dirigido a los señores Samuel Ruiz García y Manuel Camacho Solís. Agradezco de antemano que vean la forma de que sean del dominio público. Los tiempos se acortan, los cercos se cierran. Cada vez es más difícil mandarles algo para que nos vayan conociendo más allá de pasamontañas, fusiles de mader...

Se que muy a menudo me quejo del mundo. Hay veces que pienso que es mejor sumergirse en un surrealismo utópico, dónde el adentrarnos en nuestra imaginación positiva sea la que nos mantenga de pié. Las letras quizá alivien temporalmente ese peso, podría ser que un momento termine aceptándolo. Estoy considerando seriamente en incursionar en los textos imaginativos y extraído de las cavernas de la mente, porque al final pueden ser una manifestación nítida de las ideas que cada uno poseemos y las concepciones maduradas, y  no maduradas, de una realidad, es decir, como abstraemos el entorno, porque en en éstas no hacemos más que reflejar una realidad, aquella conocida como "del aquí y del ahora". Una realidad sufrible y extrañable, pero sobre todo añorada. Fue ayer la idea que me saltó a la mente, después de ver un filme llamado "De hombres y de dioses". Una trama basada en hechos reales, donde 7 padres cristianos de origen francés, fueron ultimados por un grupo fundam...