Ayer me detuve a pensar un momento y recordé que hay días que quiero escribirte y semanas en las cuales no he podido. Es ta vez será diferente, como parte de mis pocas o muchas adquisiciones letreras (no compruebes la validez de esa palabra porque seguro que no la encontrarás más que en mi propio diccionario), he decidido hurtar, plagiar, y con motivos meramente usufructuarios; regalarte las siguientes letras que en conjunción emanan un sentido prolijo para mis gustos, aunque una manera aún exigua de los sentimientos que convergen en mi ser hacia contigo y al mismo tiempo una prueba voluntariosa de mostrarte cada filamento, para cada uno de mis sentimientos. Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma. Y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad y uno empieza a aprender... Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus de...
Un lugar para disfrutar de las incongruencias de las ideas