Desintoxicación.

Las conciencias son los más complicado de erigir en un mundo autocomplaciente y sin ánimos de reflexión. Cada día que pasa me enfrento a las preguntas qué necesita el humano para abandonar el letargo al que ha sido condenado, cómo hacer llegar a cada persona en este país, en este mundo, que el hecho de pensar no es un proceso complicado, y sí complaciente

Ignoro miles de cosas, entre ellas el saber si viene una predisposición de algún gen o quizá de una enseñanza cultural a dormir el cerebro, como si el saber fuera algo aberrante por sí mismo; alabado en público y exiliado en secreto. No puedo atreverme a decir que la conciencia es perenne y simplemente duerme, o quizá que nunca existe en determinados seres. La conciencia es un concepto abstracto, de esos que le gustan a los científicos, específicamente a Freud, utilizar sin comprobación tangible alguna, partiendo de la premisa de que no todo aquello que no es comprobable es inexistente. La dialéctica nos dice que los hechos, eventos, dinámica de los objetos a nuestro alrededor, de la realidad pa' que se entienda, se van transformando a partir de los antagonismo (vida y muerte, pobreza y riqueza; por citar algunos ejemplos), entonces si algunos seres humanos tienen conciencia, otros deben de no tenerla, como parte de la composición de esa dialéctica que funge como motor de la historia.

Me queda claro que en las clases bajas el hambre sojuzga la inteligencia y arranca todo atisbo de cultivo intelectual, y no es culpa de ellos, sino de sus antagonistas (sí, eso es marxismos y qué). ¿Las clases medias tienen excusa? ¿realmente tienen factores complejos que inhiban esa curiosidad y castren todo impulso por ser mejores cada día?. No pregunto por las clases altas, porque esas están tan concentradas en competir por las apariencias y cuidar sus amasijos de dinero que difícilmente pueden poner sus miras en algo más.

Hace unos días, estaba en la conceptualización de la universidad a la que me gustaría pertenecer y definí en mi mapa mental que no me interesa instruirme por seres omniscientes, sino seres que tengan nociones de cómo ocurren las cosas y que brinden la libertad y el entusiasmo para llegar a una conclusión. Yo me imagino un laboratorio dedicado a llevar a cabo inquietudes docentes y del alumnado en general, siempre y cuando la causa pueda ser representada en dicho lugar, de tal suerte que se propicie el ánimo de investigación, que a la posterioridad elevará el nivel de instructores y alumnos, traduciéndose en conciencias más sanas y activas.

Me han dado ganas de impartir algunos talleres de las cosas que medio he aprendido en este mundo del Software Libre, de transmitirlo y darle un seguimiento a todo aquel que así lo decida. Hay muchas cosas que sentar, y también personas a quién involucrar, incluso utilizar el software libre como plataforma de conscientización acerca de los modelos de pensamientos y comercio existentes. Salvarme a mi mismo.

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